La sensualidad

ENERGIA SENSUAL

28022018·81022082

la sensualidad
La sensualidad

Es jugar, es seducirme (se decir me), es comunicarme desde la plenitud en mí misma a través de la experiencia, del disfrute (di fruto) en mí presente.
El aroma, sonido, tacto, gusto, los matices sutiles, la entrega en esa expansión de mí misma, de mi consciente, de mi cósmica, de mí vida y razón de mí existencia.

Mi energía en sí misma, en mí misma es sensual, es de atracción, de sutileza, de rose, de contorneo, de inspirarme y expirar lentamente percibiendo hasta el último matiz de mi experiencia, hasta el único matiz de mí existencia, me sostengo, me suelto, confío en mí presencia, me sorprendo, me descubro, me entrego a mí totalidad, a la realización de lo que es en mí.

En la sexualización de mi energía sensual, la sexualizo asignándole una connotación “carnal”; o la separo en géneros femenino, masculino; o la contengo en una forma pene, vagina; o la manipulo en post de un placer efímero; o la idealizo como entrega incondicional; reduciéndola a una mínima parte de la experimentación de mí misma. Me entrego desde la carencia, me resisto a entregar el “poco” de mí que he descubierto, y me vuelvo agresiva, reactiva, posesiva, celosa, permisiva … y entonces me vendo (vendo de vender, vendo de vendar) le pongo un precio a esa entrega, el precio de la fidelidad, de la felicidad, de la ramera que se vende a sí misma como si solo carne fuera, y renuncio a mi valor por no sacarme la venda, creyendo en lo autentico del placer efímero que en lugar de hacer el amor hace la guerra…

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