Mas VALE viejo conocido, que DESCONOCER
ZONA DE CONFORT
16022018·81022061
Mas VALE viejo conocido, que DESCONOCER
En mi zona de confort experimento una y otra vez mis patrones de carencia, mis condicionantes, mi personalidad ilusoria, mi punto de vista limitado y el límite de mi punto de vista. Todos estos aspectos de mí los expreso a través de este espacio acotado, en que re vivo, re creo (de crear, de creer) la ilusión de ser.
Mis respuestas se ciñen a interpretar mi “guion”, a reaccionar, actuar, razonar en función de mí “papel”. Reproduzco una y otra vez la misma escena para creer, crear mi ficticia seguridad en mí misma. Sustento la identidad de quien creo ser, de mi “personaje” y a la vez de manera inconsciente refuerzo el miedo a no ser, el dolor y el sufrimiento que me ocasiona mi dependencia a pertenecer a un clan, colectivo, sociedad, especie, a algo superior a mí con el fin de asignarme un significado, un argumento que valide mí existencia, que valide el desentendimiento de mí misma.
Si me mantengo en mi zona de confort inevitablemente tiendo a re producir patrones obsoletos, a experimentar desde el dolor. Me martirizo ante la experiencia, como si el sufrimiento, el esfuerzo y la resistencia determinaran mí fortaleza y valía.
Nos educamos para sostener el dolor y el miedo, la ilusión de tolerar el dolor, ser más fuertes que el dolor, nos hace “poderosos”, el opresor es el fuerte, el primero que actúa tiene ventaja, hay que dominar una situación, hay que dominar un conocimiento, hay que dominar un idioma. Debemos conocer lo que pasa, conocer que clima hará, conocer personas, conocer la hora en que re vivimos.
CO NO SER (con no ser) El conocimiento me mantiene en la zona de opresión y miedo, en la zona de “confort”. Y entonces no saber me enfada, me provoca ira, me da inseguridad, no reconozco el miedo y el dolor en el conocimiento (con-ocio-miento), no me reconozco en el con-no-ser y sufro la ilusión de separación de mí mismo, de mí presen